Un vistazo al día de su hijo
Es un rito iniciático, ¿verdad? Llegar a casa y someterse al interrogatorio de los padres «¿cómo te fue en la escuela hoy?», solo para responder con un gruñido, un «bien» complaciente o un encogimiento de hombros. Poder ver a través de un agujero el día de sus hijos en la escuela ha sido el deseo de muchos padres del mundo entero.
La escuela Shireland Technology Primary School ubicada en el Reino Unido ha abordado esta larga queja ofreciendo una especie de «caballo de Troya»: echar un vistazo a las aulas de su escuela, a las que la comunidad de padres puede acceder en cualquier momento y lugar.
Shireland Technology es una nueva escuela ubicada en el Reino Unido. De hecho, se inauguró en agosto de 2020, durante el pico de la COVID-19. Abrir sus puertas durante la pandemia presentó desafíos evidentes, pero también permitió desarrollar la destreza del personal y del profesorado, ya que trabajaban básicamente con un «lienzo en negro».
El personal de la escuela aprendió rápidamente que necesitaba fomentar una conexión significativa con su comunidad de padres para una apertura exitosa.
La tecnología es un gran nivelador. No juzga ni prejuzga, simplemente permite a la gente tener acceso y poder ver las cosas desde otra perspectiva.
Lady Kirsty Grundy, directora de Shireland Technology Primary
Usar la tecnología para generar confianza con la comunidad de padres
Shireland atiende a una comunidad que es culturalmente rica, pero desfavorecida desde el punto de vista socioeconómico. Muchas familias de la comunidad se acercan a las escuelas con indecisión y una sensación de desconfianza, y la situación laboral de muchos padres hace imposible la implicación física en la escuela de su hijo.
Por tanto, el personal de Shireland llevó las conexiones de la escuela a estas familias. Usaron un potente conjunto de tecnología compuesto por Lumio, ClassDojo y otros programas para ofrecer a los padres un vistazo del día de sus hijos.
«La tecnología es un gran nivelador», afirma la directora de Shireland Lady Kirsty Grundy. «No juzga ni prejuzga, simplemente permite a la gente tener acceso y poder ver las cosas desde otra perspectiva».
Tal como señala Lady Kirsty, la conexión basada en la tecnología permitió a los padres involucrarse en los días de sus hijos como nunca antes, especialmente para el 45 % de los estudiantes de la escuela para los que el inglés era su segundo idioma.
Poder grabar un vídeo o un mensaje que, a continuación, se traduce al idioma principal de la familia es una forma de establecer una confianza entre la escuela y la comunidad de padres.
«El idioma puede ser una barrera real», afirma Lady Kirsty. «A veces, nuestras familias no confían en las organizaciones y establecimientos oficiales. Se trata de decir: 'No estamos aquí para juzgar, sino para brindar apoyo'».
«Siento como si estuviera compartiendo la forma de educar»
Cuando las restricciones de la COVID-19 obligaron a la escuela a cambiar rápidamente su modelo de aprendizaje por uno que fuese asíncrono y remoto, la confianza establecida entre los padres y la escuela realmente se vio recompensada. Los padres de Shireland crearon vídeos en los que se veía a sus hijos estudiar y realizar las actividades, por lo que el profesorado y el personal pudieron tener también esa ventana a sus vidas en casa.
La madre de Shireland Soraya Connor cree que la conexión establecida entre su hija, los docentes y ella, como madre, ha creado una atmósfera comunitaria enriquecida para que su hija pueda desarrollarse.
«Con el apoyo de una escuela, un profesorado y una gran comunidad tan increíbles, siento como si estuviera compartiendo la forma de educar», afirma Soraya. «...Puedo verla crecer. Eso, para mí, es increíble».
Crear un espacio seguro para el alumnado
Es la estrella resplandeciente del campus de la escuela Shireland Technology Primary: «la sala de inmersión».
Cuando se apagan las luces, la sala se ve como cualquier otra. Cuatro paredes, un techo y una puerta. Pero, cuando los estudiantes ven el poder de los docentes en el programa de inmersión, la propia sala se revela como lo que realmente es: un portal para que el alumnado acceda a cualquier lugar que pueda imaginar.
Gracias al uso de la tecnología de pantalla panorámica envolvente, la sala de inmersión permite a los docentes transportar a los estudiantes a ubicaciones tanto reales como ficticias con tan solo tocar un botón.
«Podemos llevar a los niños a cualquier parte», afirma el docente Phil McCahill. «Usamos la sala para transportar a los niños a ubicaciones históricas, como Pompeya antes de la erupción del Vesubio o las trincheras de la Primera Guerra Mundial. También podemos llevarlos a ubicaciones fantásticas, como la casita de jengibre de Hansel y Gretel. Los llevamos por el mundo a montañas, ríos, junglas o selvas tropicales».
Atractivo para los sentidos
La sala es algo más que simplemente un proyector ensalzado: tiene la capacidad de captar los cinco sentidos. Los puntos táctiles en el suelo y las paredes, junto con la tecnología aromática para los olores, permite a los estudiantes interactuar con la escena en la que están inmersos.
Además, según la directora Lady Kirsty Grundy, el aprendizaje de inmersión es lo que realmente importa.
«Cuando los niños están realmente inmersos en el aprendizaje que están adquiriendo, uno obtiene realmente un aprendizaje profundo que marcará una diferencia y perdurará», afirma Lady Kirsty. «Nuestra sala de inmersión hace que el aprendizaje perdure».
Derribar las barreras del aprendizaje
Desde la perspectiva del acceso, la sala de inmersión rompe cualquier tipo de barrera que pueda evitar que un estudiante pueda experimentar lugares lejanos y exóticos. Las barreras económicas ya no son un problema, y las barreras de las necesidades especiales pueden superarse al instante.
¿Y una pandemia mundial? Tampoco constituye un reto para el acceso que ofrece la sala de inmersión.
«Para nosotros, las excursiones escolares no acabaron durante la COVID», afirma Phil. «Pudimos llevar a los niños a lugares a los que no habríamos podido acceder».
En realidad, la mayor barrera para maximizar el potencial de la sala de inmersión es no soñar a lo grande lo suficiente.
«Los docentes necesitan entrar en la sala y concebirla como si fueran el director de una película o de una orquesta», afirma Lady Kirsty. «Diriges y conduces una experiencia ahí dentro».
Shireland Technology Primary, Smethwick, Reino Unido Shireland Technology Primary
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